Teresa
nació en La Carlota, su padre era secretario del ayuntamiento y cuando se
jubiló se fue a Madrid; ella era hija de viejo, la pequeña de diez hermanos, la
educaron las monjas y a los 18 se casó con un amigo de su padre, el vecino de
enfrente, Vicente, y se convirtió en Teresa Suárez; no tuvo hijos, aunque el
sobrino de su marido vivía con ellos por temporadas; a Vicente se lo llevó una
gripe y unos años más tarde se casó con el sobrino, Antonio, y siguió siendo
Teresa Suárez. Sin embargo, a pesar de ser veinte años mayor que él, también se
le murió pronto. Fueron dos matrimonios de cariño, eran buenos hombres. Vicente
era médico, y tenían una casita en Conde duque, y Antonio la trajo al pueblo;
él era arquitecto, le habían contratado para remodelar un convento del s. XVI,
y al terminar el proyecto decidió quedarse trabajando para la diócesis hasta el
final. Era un pueblo con mucha historia, pero mal cuidada. Durante 10 años fue la viuda del arquitecto hasta
que un día empezaron a llamarla Teresa, incluso la Tere, ya era uno de ellos...
(Aquí podéis leer
el relato completo)
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