-Desarrollo,
casi a diario, una intensa actividad onírica. Es maravilloso. Me voy, vivo en
otras partes.
Soy
estrella de fútbol, asesino huyendo de la ley, actor famoso, empleado violando
a su jefa.
-Mi
jornada es mucho más ajetreada cuando duermo que cuando estoy despierto.
Me
reúno con amigos que están lejos, recibo noticias de una vieja colega, regreso
al colegio, junto en una misma mesa perro-pericote-y-gato.
-A
decir verdad, los sueños tal vez no revelan muchas cosas nuevas, pero refuerzan
tremendamente el entendimiento de las ya sabidas.
Compañeras
de trabajo que delatan confidencias, hipocresías gigantescas que son
respondidas con puteadas grandiosas.
-Uno nunca advierte cuánto le impactan las
cosas que ve sino hasta que las sueña...
(Este relato está incluido en BRINDIS, BROMAS y BRAMIDOS y lo podréis leer completo en este enlace)
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