Uno
de mis sueños extraños me asaltó aquella noche y me desperté temblando. Una
sensación de frío avanzaba por mi pecho y se afianzó en mi estómago como si
fuera una premonición de algo que venía hacia mí, algo oscuro y desagradable. Seguía
temblando después de unos minutos y él acabó por despertarse. En cuanto noté que su respiración dejaba de ser
pausada, busqué su boca y empecé a besarle ansiosa para que el calor de su
cuerpo apartara aquel frío que parecía consumirme por dentro...
(Este relato es parte de TENGO UN AMANTE.
15 relatos devoradores. Aquí podéis leerlo completo)
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