Arrobado por tu nueva pasión.
El béisbol.
Gracias a él comprendes la sociedad en la que vives.
Observar los juegos se compara a una cátedra de sociología.
Una lección de pragmatismo.
Te vuelves hincha del equipo local.
Vas con tu familia al estadio.
Quedas atónito por la ausencia de sobresaltos.
No tienes que protegerte de las pandillas, los delincuentes
o las barras bravas.
Seguidores de escuadras contrarias comparten asientos, toman
cerveza y ríen juntos.
El sueño no existe.
Tentas una solución legal.
Visitas abogados.
-¿Cuál es su problema?
Le cuentas.
-Matrimonio.
Recuerdas el aviso de aquella iglesia.
“El matrimonio es
un dueto; no un duelo”...
(Este relato es uno de los tres que conforman LA COCINA DEL INFIERNO. Aquí podéis leer la tercera parte completa)
http://periodicoirreverentes.org/2016/02/04/la-cocina-del-infierno-iii/
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